SIR KISHA: Maldita bestia, tu destino se sello en el momento en penetre en tu guarida.
El dragón abrió con pereza uno de sus enormes ojos, al ver al príncipe resoplo hastiado y termino de abrir sus ojos, alzo el cuello hasta que sus enorme cuerno rozaron el techo de la cueva.
KHAROK: ¿así que has venido a matarme? ¿Por qué perversidad un humano querría matarme?
SIR KISHA: mataste a mi familia!!
KHAROK: podrías especificar, he arrasado ciudades enteras con familias dentro
SIR KISHA: da igual quienes fueran te matare para terminar con tu perversidad
KHAROK: puedes intentarlo.
Mientras decía esto giro la cabeza hacia una esquina de su guarida, el caballero siguió su mirada y vio horrorizado como huesos y armaduras yacían en el suelo a medio calcinar, Sir Kisha miro al dragón que ahora exhibía una amplia sonrisa (si se le podía llamar así)
SIR KISHA: ¡te matare!
KHAROK: me aburres caballero, y tu reino no es suficiente importante como para que tengas el honor de hacerlo.
Sir Kisha cargo con la lanza en alto hacia el enorme dragón verde, este con aburrimiento se separo y de un zarpazo izo que la armadura del caballero se rompiera en pedazos, despedazaron al caballero desde la cintura al cuello. Luego lo cogio de la capa y lo lanzo al barranco que había frente a su guarida.
De repente Kharok tubo una idea,”los caballeros tiene reinos, habrá que ir a notificarles su muerte, es lo menos que puedo hacer” pensó Kharok con regocijo ante su propia maldad. Luego salio de su guarida y echo a volar rumbo norte.
Lady Vierna suspiro aburrida y cerró el libro mágico que descansaba sobre sus rodillas, odiaba ser princesa, esta tarde en vez de estudiar sus preciosos conjuros tendría que recibir al resto de los príncipes de reinos cercanos para que la cortejaran.
De repente algo estallo en las cercanías, Vierna se levanto como si de un resorte se tratara interesada por el ruido. Se asomo al balcón y miro con un brillo de picardía en los ojos como un enorme dragón verde lanzaba enormes bolas de fuego contra el majestuoso palacio.
LADY VIERNA: sabía que Kisha traería una desgracia.
El dragón se giro bruscamente hacia ella y lanzo su aliento letal. Vierna murmuro una palabra en el lenguaje arcano y el ígneo aliento del dragón se disipo en la nada.
El dragón se acerco a la ventana dispuesto a acabar con aquella molesta hechicera con sus garras, esta alzo una mano en son de paz.
LADY VIERNA: no deseo pelear contigo, pero se dice que los dragones sois grandes maestros en la magia. ¿Querrías mostrarme los más recónditos secretos de tu arte?
KHAROK: ¿y que pasa que vuestro reino hechicera?
El dragón parecía divertido ante la despreocupación de la hechicera.
LADY VIERNA: arrásalo si ese es tu deseo, a mi que me importa
lunes, 3 de marzo de 2008
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2 comentarios:
Pero qué malísimo el dragón, qué malísima la princesa (una bruja, al fin y al cabo) y, sobre todo, qué malísimo el narrador, que está de su parte.
Estupendo cuento pero... ¿No podrías fijarte en la ortografía? A tu profesor le van a echar de la enseñanza por incompetente. No te ha enseñado que el verbo hacer se escribe con h, ni que no es lo mismo tuvo que tubo, ni...
Además, estoy casi seguro de que los escritores releen sus textos y si se han "comido" alguna palabra, la ponen. ¿No podías tú, joven escritor, revisar los tuyos?.
Qué atípico cuento...Pero está guay, y sobre todo el hecho de el Kisha ese sea un petardo.
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