LLEGADA AL INFIERNO
Finalmente la enfermedad me venció, mi alma abandono mi cuerpo y durante un breve instante vi a mi familia, su dolor, su desesperación, estuve suspendido en el aire entre el cielo y la tierra, luego caí.
Caí durante lo que puediron ser segundos, o pudieron ser eras, mi percepción del tiempo ya no existía, no era nada, no era nadie Fuera como fuese finalmente mi “cuerpo” llego a su destino, mire a mi alrededor, me encontraba en una caverna totalmente circular en su centro, había una figura, era un joven de unos 20 años, vestía enteramente de negro y de forma elegante, unas gafas de sol reposaban encima es sus verdes ojos, se giro hacia a mi y con una sonrisa me dijo:
-bienvenido a los infiernos Mr.Suivan , normalmente seria el viejo Caronte el le llevaría a mis dominios pero esta de vacaciones, ya sabes, los contratos y los derechos del trabajador, cada 5 siglos 1 año de vacaciones, no te parece una exageración?, bueno yo mismo te llevare, me tendrás que acompañar en mi rutina pero no será mas que un soplo comparado con lo que te espera, por cierto, yo soy Lucifer, Satanás, Belcebú, el Príncipe Oscuro….y otros tantos nombres, para ti seré Amo y mi palabra es ley aquí abajo, has entendido?-
-no te imaginaba así…- dije con temblor.
Ante mis ojos se transformo en una gran criatura, patas de cabras, cuernos enormes, y un gran rabo acabado en punta, todo el de color rojo…
-¿Así me imaginabas? es tan horribles, no me va nada el rollo moustro malevolo de las profundidades, aparte los cuernos son muy molestos- se explico a la par que volvía a su forma anterior- ahora nos vamos. Chasqueo los dedos y ambos aparecieron antes otras 6 “personas”
El demonio empezó con las órdenes.
-Astaroth ¿tienes ya las almas que te pedí antes de ayer?-
-No Señor, Gabriel intenta disuadirlos, estoy subiendo la oferta pero nuestra publicidad es muy mala.-respondió un hombre mayor que yo que se encontraba a mi vera.
-Maldita sea, debemos llegar al limite expuesto por la muerte antes de fin de mes no me apetece que nos desaloje.
-Lilith ¿como va la rebelión de las mujeres?
-aun no están muy convencidas, no creen que una rebelión violenta sea lo indicado.
-inténtalo mas, necesito el caos hay arriba-.
-como guste mi señor- dijo a la par que se iban junto con Astaroth.
siguio dando ordenes hasta que solo quedamos nosotros entonces el diablo se giro y me dijo
-por cierto mr suivan hemos llegado- pulso un botón y mi máximo miedo se cumplió, caer en el olvido y la soledad, y yo, grite.
viernes, 15 de febrero de 2008
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2 comentarios:
Hmmm...qué negocio,eso de morir. Es curioso que nadie haya pensado en invertir en ello.
Me gusta mucho.
Un breve instante en el mundo con nuestro cuerpo muerto. Un infierno literario y divertido. Pero al final lo que más tememos: el olvido y la soledad.
(¿Sería mucho pedir que prestaras un poco de atención a la ortografía? Ya sabes los acentos, las mayúsculas, los signos de puntuación...)
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